Andes Mountain Marathon 2022: Los gritos de dolor no paraban!!

Hasta que llego el día esperado, «Andes Mountain Marathon», 42K que nos sorprende con sus más de 3.500 metros de desnivel positivo, los que corremos sabemos y estamos seguros que esta carrera por distancia y desnivel será durísima, más todavía si viene de una mente como la de Pablo Garrido, Director de la Productora Latitud Sur Expedition, un master en hacer circuitos duros. 
Desde el comienzo comencé a disfrutar el evento, ya que hacía mucha falta ver a los amigos corredores, saludarnos, abrazarnos, conversar, cosas que extrañaba desde abril del 2020 debido a la pandemia que nos azotó más fuerte de lo que pensamos, postergando sueños y desafíos que ahora trataremos de poner al día.

Parte la carrera y los primeros 14K fueron buenos, a buen ritmo, disfrutando del paisaje, y algunas conversaciones cortas con amigos corredores (no me gusta hablar mucho en carrera jajajajaja). Recuerdo muy bien cuando Katty Cañete me dice; «acá empieza lo bueno…» y no se equivocó. Comienza una subida eterna, interminable hacia el Morro Tambor, no se lograba avanzar mucho, y lo peor es que miraba hacia la cima del cerro y me preguntaba: ¿hasta allá hay que llegar?
No me quería convencer que era así, a puros bastones y con muy poca fuerza en las piernas lograba avanzar la tremenda subida que se estaba haciendo. 

Ya en la cumbre del Morro Tambor dije acá es la mía, voy a recuperar el tiempo perdido, ya que es un terreno que conozco… Pero no fue así, en la bajada del Tambor hacia el Provincia sucede lo peor: CALAMBRES. Y no solo uno, sino que en los dos cuádriceps y un gemelo, qué dolor mamacita!! Hasta los corredores que pasaban por el lado mío se asustaban, ya que los gritos de dolor no paraban, y así estuve entre 30 a 45 minutos sin lograr avanzar, ya que estos volvían sin detenerse. Después de muchos minutos los calambres terminaron y me dejaron avanzar sin volver a aparecer en lo que restaba de la carrera. 

En la bajada del Cerro Provincia logré recuperar el tiempo perdido, alcancé a algunos corredores que me habían pasado, y en verdad ahora sí me sentía bien. Rápidamente llegué al tercer punto de abastecimientos que estaba en el kilómetro 29 y me encontré con el incombustible Nelson Villavicencio, el único que no envejece en el trail, siempre es una alegría verlo y reírse, porque siempre está dando jugo.

Luego de ese abastecimiento comienza una bajada larga y técnica hasta el Monolito, en ese trayecto también alcanzo a algunos corredores, así que seguía a mi ritmo y sintiéndome bien, disfrutando la carrera, lo que me hacia mucha falta. Llego al kilómetro 33,5 y la alegría vuelve a brotar, ya que visualizo al famoso Oscarito Quiroz, que da unos abrazos que crees que te va a quebrar, pucha que son apretados esos abrazos!!
En ese tramo me encuentro con mas corredores, y con un gran amigo del trail como es JP de Mundo Running, que conversamos un poco y me pide que escriba mi experiencia sobre esta carrera… Por él estoy escribiendo esto jajajajaja.

Se viene la subida temible hacia el Portezuelo Alto Las Vizcacha que se siente aun más pesada ya que a esa altura mi reloj marca 2.900 metros de desnivel positivo acumulado, y con sorpresa me doy cuenta que aún faltan muchos metros de subida que seguir acumulando. 
La subida fue dura y con un sol que quemaba de una forma bastante fuerte, paso ese tramo y un voluntario de la carrera avisa que quedan los últimos 4K, pero no era así, en ese momento comienzo a acordarme mucho de Pablo Garrido jejeje… Finalmente llego a la meta disfrutando, gozando con todo, ya que mi rendimiento no fue malo, aunque se pudo hacer algo mejor de todas maneras, pero bueno es lo que tocó. Sin duda lo disfruté a concho, la felicidad de llegar a la meta cuando uno lo entrega todo es algo que llena el alma, y este evento te obliga a darlo todo. Nos vemos en otro desafío. Abrazo de Trail!!

Julio Sauer
Ultramaratonista
@sauerjulio