Maratón del Maule 2023: ¡Pucha que es lindo el ambiente de este deporte!

Mi nombre es Jean Michel Aspeé, soy corredor de Trail, aficionado de la montaña, amante del running y en ocasiones, maratonista.

El pasado 12 de noviembre tuve el privilegio de participar en el Maratón del Maule y hoy les comparto un resumen de la perfecta jornada. 

Durante todo el año he entrenado para mejorar mis tiempos y estadísticas en cerro. Como buen trailero, siempre me ha gustado correr en entornos naturales. Amo el desnivel positivo y los senderos técnicos, aunque siempre tuve la curiosidad de saber qué ritmos podía sacar en asfalto. 

Sé que el maratón se debe correr a una intensidad diferente, en una zona distinta y completamente fuera de mi zona de confort.

En pleno periodo de carga hablé con mi entrenador para plantear la situación. El panorama no se veía fácil, ya que llevábamos un volumen de kilómetros y desnivel considerable en lo que va del 2023, puesto que mi preparación está enfocada en el ultratrail. Finalmente llegamos al acuerdo de mantener la carga aeróbica y sumar entrenos específicos de velocidad. 

Me bajé del cerrito hace aproximadamente dos meses y colgué por un rato las zapatillas de trail para machacar las piernas en la pista y en fondos de asfalto los fines de semana. Sumado a esto, días de doble carga donde la disciplina era protagonista.

En eso, la publicidad del Maratón del Maule llegó a mí. Ver el entorno, los ríos y los paisajes de la carrera, me hizo tomar la decisión de inscribirme e intentar un PB. Corrí el Maratón de Viña unas semanas antes y logré bajar las 2 horas 50 minutos. Sin embargo, sabía que podía más. A pesar que el 3:45 min/km no es un ritmo cómodo para mí, sentía que podía proyectarlo en más distancia. 

Completamos las semanitas de carga y llegué con lo que tenía a Curicó el día viernes en la tarde. Hice la carga de carbohidrato correspondiente y el sábado un trote de 20’ de activación por las calles de Curicó. Luego pasé a retirar el kit donde me comentan que el circuito terminaba con una vuelta a la pista atlética del estadio, un lindo detalle que no pasa desapercibido. Sumado a esto, un afiche donde aparecen todos los nombres de los inscritos en el evento, otro punto a favor para los productores de la carrera.

La noche previa costó conciliar el sueño, nada nuevo para mí en esta distancia en particular. Ya a las 4:00 de la mañana suena el despertador y comienza la aventura. 

Tomando desayuno camino a la partida ya preparaba la mente para el gran desafío. Llegando al sector “Los Queñes” el clima no se veía favorable: llovizna y bastante frío. Nos comenzamos a preparar en una escuela rural. Muchas caras conocidas, tanto del trail como del running. Como siempre increíble ambiente donde los amigos opacan la ansiedad y el nerviosismo. Sin darme cuenta ya estaba en la línea de partida de mi 5to maratón.

Al partir la corrida, me sumo al grupo que encabeza la carrera, todos tremendos atletas. A metros del inicio, la primera subida. Costaba traccionar en el pavimento húmedo, sin embargo, las piernas respondían. Mi Garmin marcaba un ritmo bajo de 3:40 min/km. En el km 7 más o menos, veo la pendiente que se avecina y comienzo a bajar a un ritmo más conservador, alejándome de los demás corredores. En ese momento iba 5to o 6to general. Hasta el km 15 parejo corriendo, velocidad crucero con un nivel de exigencia tolerable. Me hidraté en todos los puestos que se aparecían, además de ir disfrutando las sensaciones y los paisajes de ambos lados de la carretera. El eslogan ‘’entre montañas y ríos’’ no le queda grande al circuito.

Hasta el kilómetro 24 fue una carrera bastante solitaria, ya había perdido de vista al grupo de punteros y detrás no veía corredores. La postal del Río Teno me acompañaba a mi derecha y olvidaba por segundos el esfuerzo percibido. Miré el reloj y me propuse un objetivo: tratar de lograr los 32 km en menos de 2 horas y así correr los últimos 10 con la mente, más que con las piernas. 

En el kilómetro 25 ya iban apareciendo runners de las otras distancias, que agradezco, porque siempre dan un grito o una palabra de aliento. Todos con una gran sonrisa disfrutando la travesía ¡Pucha que es lindo el ambiente de este deporte!

Seguí corriendo, siempre mateo con el consumo de geles Winkler y shot de magnesio. Cuando el reloj me marca los 32 km llevaba 1hr56’ y con esos segundos de ventaja sabía que podía hacer PB.

Mantuve la estrategia y traté de apurar desde el kilómetro 36. El clásico muro me llegó en el kilómetro 39, pero pude sostener los ritmos. Me tomé el último magnesio y veo a mi amigo Patricio Vega metros más adelante. Compartimos algunos metros y nos animamos a seguir. Ya no quedaba nada y veía el estadio cerca, junto a mi polola que me estaba alentando en la entrada.

Finalizo con un improvisado sprint y cruzo el pórtico. Sabía que había logrado PB y estaba muy conforme con el resultado. Para mi sorpresa, me metí segundo en el podio general y primero en mi categoría.

Ya con la mente más despejada, dimensiono que corrimos desde la precordillera hasta el centro de Curicó ¿Qué mas se puede pedir? Increíble trayecto.

La medalla del evento hermosa, con un diseño único. Los puestos de hidratación bien abastecidos. El kit también de lujo. Destaco a la organización del evento por estos lindos detalles. 

Aprovecho de agradecer a mi entrenador Freddy Arce por formarme como deportista, a mi nutricionista deportivo Pablo Espejo, a mi polola María Jesús, a mi familia y a toda la comunidad del Trail y del Running con quienes comparto tantas experiencias, emociones y kilómetros.

Finalizado este proceso, ya me siento como un corredor mixto, tanto de cerro como de asfalto.

¡Gracias por tanto Maratón del Maule!
Sin duda me repito el plato, así que nos vemos en la próxima edición.

*Si participaste del Maratón del Maule 2023 y nos quieres contar tu experiencia en el evento, escríbenos a: info@mundorunning.cl

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