PUTAENDO TRAIL RUN 2022: En el K20 dije: «Latitud Sur Expedition nos quiere MATAR!!»

Mi nombre es Samuel Loyola Soto, fundador de la comunidad, o como me gusta decirle la familia Corramos en Chile. Mi pasión por el deporte comenzó hace cinco años cuando viví mi primera competencia de 5K en la Corrida de la Construcción, desde ese momento me enamoré completamente del Running.

Ya teniendo un poco más de experiencias en las calles comencé a buscar nuevos desafíos personales, encontrando mi primer trail de 16K en «Suzuki Climbing Tour» Parque Cantillana el 2019. Fue una experiencia única poder correr por los cerros, había encontrado una aventura inigualable en el bello mundo del deporte. Soy un verdadero amante de la velocidad por lo que de las primeras cosas que me encanto, fue bajar esos cerros rápidamente, llegando incluso a flotar por un momento en el aire cuando saltas, increíble.

Desde aquí, ya mi mente y sobre todo mi corazón estaba comprometido en correr más cerros, por lo cual comencé una búsqueda de varios eventos para poder realizar, además de hacer un entrenamiento especial para poder competir y no morir en el intento. La primera prueba fueron los 16K en Cantillana, luego subimos a 18K, a 20K, a 21K, a 25K hasta que dije bueno, por qué no vamos a los 30K, ya que mi sueño es cumplir alguna vez en mi vida ese durísimo desafío de 100K.
Luego de realizar mis primeros 42K en el Maratón de Santiago, el 8 de mayo pasado, encontré «Putaendo Trail Run», un evento que jamás pensé que exigiría tanto mi cuerpo para poder finalizar el circuito.

Veamos cómo puedo comenzar hablando de conocer el cielo y el infierno a la misma vez, con solo decir que escribiendo este texto ya me duele completamente todo.
Mucha gente me había comentado que correr en estos cerros era un verdadero desafío, sobre todo si vas por primera vez, y súmale a eso que eran lindos 30 kilómetros. Pero de igual manera quise participar y con toda la fe fuimos a correr.

La experiencia fue increíble, lleno de diferentes emociones, amé y odié a la vez todo, no quería correr más y solo le pedía a Dios llegar a la meta. Pero veía que cada vez que llegaba a la cima de un cerro, mágicamente aparecían otros más, era eterno el camino. Mi cuerpo estaba viviendo una exigencia que jamás antes había realizado, a tal punto que creo que todos los músculos existentes en mis piernas estaban totalmente acalambrados, me detenía para elongar un poco, más hidratación, algún gel y vamos de nuevo, seguir luchando hasta el final para poder llegar a la meta.

Me encontré mucha gente en el camino que te apoyaba mucho, siempre un grito de aliento es una energía extra para poder continuar y seguir corriendo paso a paso, lo cual desde ya agradezco a todas esas personas que siempre te apoyan. En una subida pequeña que se encontraba cerca del kilómetro 18 creo, habían tres niñas que estaban a full gritos, diciendo que tú podías, dale que no queda nada, me sirvió mucho para poder seguir.


Terminando los primeros 20K aproximadamente, al lado del campamento veía que venía otro cerro más que subir y me decía: «Latitud Sur Expedition nos quiere matar!!»

Aquí comenzó el verdadero desafío, tenía que volver a subir, subir más, luego seguir subiendo y… Adivinen qué? Subir mucho más!!!
Ya venía con todo el agotamiento anterior de esos 20K que luego al llegar abajo, pasar por al lado de la meta, para seguir subiendo otros 10K perdón, 11,500K más, fue brutal.
En el camino encontré a muchos deportistas más, algunos seguían caminando, otros ya se devolvieron porque no podían más e incluso encontré gente de rodillas vomitando totalmente deshidratados y agotados. Todo el recorrido que ya llevamos corriendo era muy difícil de realizar, tienes que sumarle el clima y ese sol era una tortura constante que golpeaba nuestras cabezas haciéndonos mas débiles constantemente.

Mis piernas ya no responden, eran calambres tras calambres, caminaba para recuperarme, pero al momento de volver automáticamente aparece otro calambre más, costaba mucho poder seguir, pero a pesar de todo eso, jamás pasó por mi mente rendirme. Tenía tanta gente en mi mente y corazón que creen tanto en mí, que cómo iba a bajar los brazos.

Con toda la garra, seguí y seguí, no se acababa nunca esa subida pero seguía y seguía, me encontré con mas gente, nos apoyamos y seguimos. En eso me encontré con mi gran amiga Carla Fuenzalida, Seleccionada Nacional de Ultra Trail, que cuenta con mucha más experiencia y conocimientos en este tipo de rutas, me ayudó y me dijo: «Vamos ZiZu! Vos Podes». En ese momento mi mente viajó a toda la gente que me esperaba en la meta, esas personas que previamente me habían dicho que creían en mí y escuché en mi oído la voz de dos personas claves en mi desarrollo como deportista, mi hija Emily y mi novia María José.

No me di cuenta cuando estaba nuevamente corriendo a toda velocidad para poder llegar, me dicen que solo quedan 2,5K en lo que no podía creer que aún podía moverme, seguí hasta que finalmente pude llegar a la ansiada y esperada meta.
Ahí estaba mi novia, esperándome como siempre, tenía una cara de preocupación, pero automáticamente se transformó todo en alegría, «Lo hiciste Amor», me dice y no podía subir la mirada para aguantar las lágrimas de emoción, la abrazo con las pocas fuerzas que me quedan y dejé caer mi cuerpo para descansar.

Lo hice! ¡Finalmente lo hice! Mis primeros 30K en Trail.
Una experiencia única. Que gracias a toda la gente pude llegar a la Meta.


Quiero agradecer mucho esta oportunidad de contar mi experiencia a Mundo Running, como también quiero dedicar estos primeros 30K a mi hija Emily Harley que fue la persona que me inspiró a realizar deporte, siempre me apoya diciéndome: «Papá tú puedes!» «¡Vamos Papá!». También a mi novia María José, que siempre me acompaña en todos los eventos que estoy participando, esperándome en la meta con un fuerte abrazo y beso. Es una mujer increíble que desde el primer día me motiva a seguir mejorando en cada lucha como ella lo hace, la admiro mucho y toda la garra de continuar es gracias a ella.

Mi hermosa familia, mi madre Bernarda Soto, padre Samuel Loyola y a Isabel Torti, que creen que estoy loco, pero muy feliz por todo lo que estoy consiguiendo, como orgullosos.
A toda la gente de Corramos en Chile, que son muchas personas y siempre están presentes con algunas hermosa palabra de apoyo.

Esto es solo el comienzo de esta apasionada locura. Vamos por mucho mas. Gracias Totales!