Pucón Trail Run 2022: Pensé retirarme en el primer control

Organiza: Nimbus Outdoor
Fecha: 20.03.2022
Lugar: Pucón, comuna de la Provincia de Cautín, Región de Araucanía, sur de Chile
https://www.nimbusoutdoor.com/pucon-3/
Distancia: 21Km


Este año 2022, en concreto en el último fin de semana del verano, se disputó la carrera Pucón Trail Run, la primera de las tres carreras que componen el Columbia Trail Challenge 2022, junto a Torrencial Valdivia, y Huilo Huilo. En el caso que nos compete, Pucón estas fueron las distancias:

• 2K Kids (menos de 200 m D+)
• 6K (400 m D+)
• 12K (600 m D+)
• 21K (1200 m D+)
• 30K (1560 m D+)

Los días previos a la carrera, se caracterizaron por nubosidad en la mañana y sol desde el mediodía, lo que propiciaba ir en polera y aprovechar la luz solar. La entrega del Kit de carrera se realizó en el bonito Gran Hotel Pucón, el cual se sitúa junto al bonito Lago Villarica, donde siempre hay gente paseando, bañándose o simplemente relajándose, mirando al horizonte esperando el anochecer.
En la feria del corredor pudimos ver puestos de venta de pequeñas empresas chilenas como Ultrarun, EyR soprts, Outsoul y Leliantú donde se podían adquirir sus grandes productos de vestuario, accesorios y alimentación deportiva, esos lugares donde se compra lo que se nos olvidó llevar a la carrera y donde nos gusta gastar dinero jajaja.

La entrega del kit se caracterizó por la agilidad, separando los puestos de entrega por la distancia a correr. La mayoría de la gente fue a primera hora para seguir aprovechando el día en Pucón o realizando tours o visitas a lugares maravillosos que están muy cercanos, como saltos de agua, lagos, termas, trekking, etc.

El domingo 20 comienza siendo un día nublado y ventoso que mirando hacia el Volcán Villarica me indicaba que arriba estaba despejado, sin nubes en las cercanías. Rumbo a la largada voy de pasajero en el auto con Reina, Jose y Vanessa, a quienes doy las gracias porque no tenía con quién subir a la partida.
El camino pasa de ser asfalto, a ser ripio y a ser terreno descompuesto, técnico y difícil conducir si nunca lo has hecho por ese tipo de terreno. A pocos kilómetros vemos varios autos parados en el costado que no podían subir y a quienes les esperaba una dura subida caminando o que algún auto o camioneta les hiciera el favor de acercarles.

Hora de vestirse de gala para la ocasión jaja, mentira, pero es la tradición previa a cualquier carrera: ajuste de zapatillas, elección de salir con o sin cortavientos, las polainas, guantes, gorra, vamos, que nos gusta estar elegantes y coquetos. Yo salí lleno de colores, como me gusta, porque aborrezco llevar colores sólidos y prefiero llenar de color mi vestimenta.
Hay guardarropía lo cual está genial tanto la recepción como la entrega. Van llegando corredores y qué ilusión ver sus caras llenas de alegría, algo de tensión, concentración, risas, mientras la gente comienza a calentar y estar a punto para salir a la diversión.
Los 21k se retrasan unos minutos en salir, pero estamos todos encajonados, haciéndonos las últimas fotos, conectando el reloj para que tome señal GPS y deseando lo mejor a todos. Se que mi amigo Rapha estará luchando por el primer puesto, él es muy rápido y le gustan estas carreras y además, ya conoce el circuito.
Se da la salida y salgo como un rayo intentando situarme en los primeros puestos, pero mis piernas sintieron un gran dolor en los gastrocnemios y sóleo, lo cual me hace bajar la velocidad nada más comenzar la primera subida hasta el final del andarivel, la cual va dejando a cada uno en su lugar y va quemando las primeras energías y acelerando el bombeo del corazón. ¡Por fin! Primera subida realizada, mis piernas queman y el corazón se me sale por la boca. Como se nota que llevo dos años sin hacer Trail, pues ahí mismo comienzan los 10 kilómetros de descenso y pequeñas subidas.


Por mi mente pasa retirarme en el primer puesto de control, me siento mal, adolorido en las piernas, pero justo veo a mi amigo Jorge que me grita ¡Vamos Diego! Y eso me dio el ánimo para dejar de enfocar mi pensamiento en las piernas y dedicarme a lo que me gusta, correr y dejarme llevar en el descenso mientras el volcán me deja jugar en su ladera.
El terreno se caracteriza por ser pedregoso, desigual, con raíces en cuanto te adentras en el bosque, cosa que te hace estar alerta todo el rato mirando donde vas a pisar. Casi me caigo tres veces por dar puntapiés a las piedras, pero afortunadamente mantuve el equilibrio. Correr por el bosque me fascina, se escuchan aves autóctonas cantar, el aire es limpio, tranquilo, el camino es estrecho y de vez en cuando se abre, que es donde uno aprovecha a apurar para adelantar y no bajar el ritmo.

Hora de alimentarse y beber, algo que nunca se ha de olvidar y por eso tengo programada una alerta en el reloj cada 45 minutos, pero esta vez me siento con fuerzas y veloz, así que adelanto la ingesta de carbohidratos y líquido antes de que me dé un bajón de energía y ya no pueda recuperar el ritmo. Todo un acierto, tal es el caso que ese plus de energía me hace no bajar el ritmo e ir visualizando delante a otros corredores, lo que me da un plus y mini reto para enfocarme en alcanzarles, poco a poco, sin pausa, adelantando solo cuando el terreno técnico lo permite.
Las carreras de 21k suelen se carreras rápidas, pero el papel de la estrategia juega un rol fundamental. Por fin termina la larga bajada y es hora de poner en marcha los gemelos y sóleos para esta subida que, aunque no es muy pronunciada, hay que subir 800 metros de desnivel positivo para alcanzar la meta. El camino por el bosque no es fácil, muchas raíces y poco espacio en la ruta, con muchos surcos por donde baja el agua en el deshielo donde casi no entran los pies. Las fuerzas en general de los corredores van disminuyendo y voy adelantando a otros competidores que se quedaron sin fuerzas o acalambrados. Viendo eso, vuelvo a alimentarme, esta vez añadiendo cápsulas de cafeína y beberme los 250ml de uno de mis softlasks a sorbitos hasta acabármelo. Afortunadamente he salido con 750ml y no necesito parar en los puntos de control y abastecimiento.

Mis piernas queman, están cansadas, pero salgo del bosque y a lo lejos veo la meta en lo alto, así que me enfoco y hablo internamente con mi mente para no decaer en este fin de carrera. Ya hay gente animando en la ruta y un hombre me dice que sólo queda 1km y una subidita que veo enfrente, que es corta, pero pronunciada. Casi no puedo subirla y me ayudo de las manos gateando para llegar a la cima. Sólo quedan unos metros en bajada hasta la meta y aprieto con lo que me queda, terminando contento con un tiempo de 2h17m en segundo lugar de mi categoría 40-49 años y 15° de la general.
¡Más contento no puedo estar! Hace dos semanas me estaba recuperando de una sobrecarga, a punto del sobre entrenamiento que me hizo replanificar la carga e intensidad, pasar por punción seca, masajes, presoterapia, más elongación y paciencia.
Hora de recapacitar en lo que ha sido esta carrera de Trail, ver mis falencias y fortalezas para mejorar ambos aspectos, revisando los datos y con el mapa de la carrera, cuadrarlos y sacar conclusiones.


Diego Hernández Rollizo
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