Maratón de Madrid 2022: «Los últimos 300 metros han sido los más emocionantes de mis 21 maratones!!»

Soy Jorge Plaza de los Reyes, este es mi maratón número 21, y hace tiempo entreno en Santiago Runners Club. Esta carrera se presentó porque uno de mis hijos se va a venir a estudiar a Madrid en septiembre. Así que organizamos este viaje junto a mi Sra. para ir a ver Universidades y residencias. La posibilidad de correr este maratón nació cuando comencé a revisar posibles carreras justo en la fecha de nuestro viaje.


Un día antes del viaje (día miércoles 20 de abril), me vacuné con la famosa cuarta dosis, ya tengo 50 años, y por edad ya me correspondía. El viaje se realizó sin ningún contratiempo, pero el día viernes 22 estuve con los síntomas propios de la vacuna, al igual que sábado hasta medio día.
Casi todo este tiempo, me mantuve encerrado en la habitación del hotel. Si el maratón hubiese sido el día sábado, no habría tenido ninguna posibilidad de haber participado. No pude comer nada el viernes, sólo me hidraté.


El día de la carrera amanecí bien, eso sí, con ansiedad de como respondería mi cuerpo. El día amaneció despejado, pero muy helado. Tomé la decisión de correr con primera capa. ¡Error!
Habíamos acordado con mi familia que me verían en el kilómetro 11 y 16, y en lo posible en la meta o cerca de ella. Hasta el K11, todo bien. Eso sí, los primeros 4 kilómetros son de falso plano subiendo por La Cantellana. En el kilómetro 1,6 el recorrido pasa por el Estadio Santiago Bernabeu. A esa altura, ya tenía calor.

Cuando me encontré con mi familia en el kilómetro 11 estuve a punto de parar para entregarles la famosa primera capa, pero pensé que podría haber viento y sentiría frío. Jajaja... Ninguna posibilidad.

En el kilómetro 16 (segundo encuentro con mi familia), paré y se las entregué. Era imposible seguir con ella. De ahí hasta el kilómetro 26 todo iba más o menos bien, pero con algunos falsos planos y bajadas que se notaban. La pasada por el Club de Campo es espectacular, pero dura, muy dura. Revisando mis parciales, desde ahí empezó a decaer mi rendimiento, pero viendo el promedio de los otros runners, a todos les pasó lo mismo.

Entre subidas, bajadas y síntomas de la cuarta dosis, desde el K30 hasta la meta empecé a sentir el rigor del maratón. Solo los geles, las bandas musicales, la motivación permanente de los españoles, que fue tremenda durante la prueba, y encontrarme con mi familia en la meta me empujaron a seguir corriendo.


K41 y aparece la Fuente de la Cibeles. Sencillamente espectacular!!!!
Aun no veía a mi familia cuando a unos 300 metros de la meta veo a mi Sra. y mis tres hijos, son cinco, pero los dos mayores se quedaron en Chile por sus compromisos laborales y universitarios. Mi hija menor me ve y sale corriendo hacia mí con la bandera chilena.

La veo venir y le digo acompáñame. Me reconoció después que me iba acompañar igual, independiente de mi invitación. Se nos ocurrió llevar entre los dos la bandera hasta la meta.
Esos últimos 300 metros han sido los más espectaculares y emocionantes de mis 21 maratones. Un recuerdo imborrable que no tiene precio!!