PUTAENDO TRAIL RUN 2022: Cuando no quedan piernas ni estómago, queda cabeza y corazón!!


Mis primeros 30K fueron duros, más de lo que pensaba en un principio, pero lograrlos fue una satisfacción inmensa, donde comprendí que los limites los pones tú, y si te lo propones puedes superar cualquier meta.
Soy Maricel Arias, corredora de trail amateur de forma muy reciente… En agosto del 2021 empecé como la mayoría corriendo en las calles, con mi Team Golden Runners desde el 2018. Mis primeras aproximaciones al cerro fueron en competencias donde mi mayor debilidad son las subidas, esa pendiente que deja sin aliento y sin fuerzas en las piernas, pero a pesar de esto llamaron mi atención.


Putaendo Trail Run fue un regalo de cumpleaños de mis amigas que me tienen mucha fe por lo que se ve, porque como dije, nunca había corrido 30K, ni en calle ni en cerro, y con temor acepté este desafío.
Meses previos empezó mi preparación con un poco de trekking y luego corriendo por senderos, gracias a eso conocí varios cerros como el Conchalí, Provincia y el Minillas, que fueron parte de mi entrenamiento para ganar desnivel, y me sumé al equipo Golden Trail donde estoy conociendo senderos en el Cerro San Cristóbal, como el famoso Sendero Zorro Vidal, entre otros.
En la última semana con mi coach Holben planificamos cada detalle de la carrera, especialmente en qué momentos consumir geles, proteínas, magnesio y gomitas, de manera de resistir la carrera en forma óptima, dado que tenía un desnivel brutal, aproximadamente 2.000 metros de desnivel acumulado, además pusimos mucho ojo en el tiempo de corte que había en el kilómetro 20, no quería hacer debut y despedida en mi primera carrera de largo aliento. Por lo que todos mis esfuerzos fueron concentrados en estos kilómetros.


Nos juntamos muy temprano con mi grupo de amigos (Felipe, Fernando y Esteban) y partimos rumbo a Putaendo. Ya en el estacionamiento se sentía el ambiente, yo estaba un poco nerviosa y se notó en el calentamiento previo, porque lo hice a la rápida, incluso lo hicimos en el lugar de partida, ya que la hora apremiaba y se venia el sufrimiento en ruta.

El día invitaba a sacarse todo el abrigo, así que decidí a no correr con el cortaviento y solo con la polera, creo que fue la mejor decisión, porque la temperatura se hacia notar. En la animación daban la partida y salimos con todo el ánimo con mis escuderos. Esteban iba grabando así que tengo ese momento para recordar. El nivel de competición era alto, veía puros corredores de elite, por lo que se veía aún mas desafiante el recorrido.


Los primeros 3K eran trotables, pero luego se venía una subida interminable, aquí había que tener paciencia y no desesperarse, iba manteniendo el ritmo, admirando el entorno y con una fila de corredores ascendiendo, ya llegando a la primera cumbre uno de los participantes indica que se divisaba muy a lo lejos el Aconcagua, eso me llenó de alegría y de ganas de seguir avanzando.

Ya estábamos en el kilómetro 10 y se venía el descenso, yo acostumbrada a que esta parte era mas relajada, pero por el contrario dado lo erosionado del terreno iba super frenada (más de lo que acostumbraba), así que pisaba con mucho cuidado, no quería un accidente antes de la mitad de la carrera… Luego me solté un poco y logré avanzar más rápido, ya que mi primera meta era llegar a los 20 kilómetros antes del horario de corte, iba muy pendiente del reloj.​


Ya con el primer objetivo logrado, me encontraba feliz, pero toda euforia no duró mucho, pasado el kilómetro 23 afronté el primer bajón, la adrenalina decayó y sentía el cansancio en mis piernas, incluso me dio un dolor de cabeza y un poco de mareo, me tuve que controlar y bajar considerablemente el ritmo, así que con pequeños sorbos de agua logré que se me pasara.
Desde aquí solo quería llegar, el tiempo había pasado a segundo plano y en mi mente visualizaba el pórtico de la meta. Veía cintas y más cintas, y el tropezón con las piedras era una constante. Ya me volvió el alma al cuerpo, cuando llegué al camino más ancho, donde pasaban los vehículos y mi reloj ya marcaba mas de 30k, así que estaba próxima de llegar a mi destino.
Grata fue mi sorpresa al escuchar: Vamos Maricel. Queda poco!!!! Cuando Fernando apareció con su celular grabando el sprint final y todos aquellos que gritaban desde el estacionamiento: Vamos que se puede!!! Con la locutora dando el ultimo aliento cruzo la meta.


Todavía con el peso de la carrera en mis piernas y tomando mucha agua, porque estaba seca, me comunican que saqué 2do lugar en mi categoría y 15° en la general. Imagínate, primera vez en esta competencia y logré mi ansiada medalla.


Putaendo Trail Run fue una gran experiencia, donde saqué mucho aprendizaje y una inyección de motivación para seguir trabajando en los próximos objetivos que se vienen!!!!…Gracias a JP por la oportunidad de revivir esta gran experiencia y compartirla con otros corredores para que se animen a desafiar sus límites